¡Qué empiece ya!

Missy y Dissy llegan dispuestas a ver la función anunciada, mientras esperan a que comience ésta, que parece retrasarse, deciden ocupar el lugar de los actores en el escenario y utilizando una varita mágica que han “cogido prestada” del circo donde trabajan, intentan crear una historia basada en los cuentos tradicionales. El truco les saldrá mal y empezarán a aparecer en escena personajes de cuentos clásicos, pero con las personalidades cambiadas. Así, el príncipe azul no estará interesado en despertar doncellas de su sueño, caperucita no será una inocente niña que lleva la merienda a su abuelita, el lobo feroz preferirá bailar con los tres cerditos o jugar con los siete cabritillos en lugar de devorarlos, la bruja se confundirá de cuento y dará la manzana a cualquiera menos a Blancanieves y en fin, un lío que habrá que corregir utilizando nuevamente la varita y las palabras mágicas… si es que los personajes quieren volver a ser como siempre.